Desde ayer se abre una nueva etapa para la democracia en toda España, a través de los municipios y de las autonomías. Finalizaron las investiduras de todos los alcaldes y alcaldesas con pactos y sin pactos, personalmente no soy partidario de pactos a no ser que esté en peligro la tranquilidad y el beneficio de los ciudadanos, porque si te dedicas a la política tu máxima prioridad es el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas, nada más.
Como decía con los pactos, siempre he pensado que la candidatura que más votos obtenga por parte de sus electores es la que se merece llevar la gestión del gobierno durante la siguiente legislatura, sea al nivel que sea. La democracia nos da el derecho de elegir a nuestros representantes y de prestarle el voto para que realice una buena gestión.
Por desgracia ha tenido que llegar la mayor crisis que hemos sufrido en nuestras carnes para que miles de personas levanten la voz y demuestren su descontento con los gestores, la gente está cansada de tanto buitre y de que casi todos los días aparezcan casos de fraudes y apropiaciones indebidas de fondos públicos.
El resultado del día 22 de mayo ha dado una compensación de concejales de modo que entre todos tendrán que pactar y negociar para cada proyecto. A primera vista parece que va a ser una locura y muchos debates y peleas, pero desde mi punto de vista puede ser factible ya que aprenderán a trabajar en grupo, pensarán qué es lo mejor para el pueblo y seguro que se realizarán mejoras en todos los ayuntamientos.
Confiemos de que vendrán tiempos mejores pronto porque como tardemos mucho en salir de la crisis cada vez va a ser más difícil salir del agujero negro que hemos entrado.
Estos cuatro años que tenemos por delante son para que los políticos hagan más caso de la voz del pueblo y que a partir de ahora piensen bien sus métodos de recortes, ahorro y gestión.
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